lunes, 12 de agosto de 2013

Richard Coleman en la Usina del Arte: Un turbio elixir

Con un show contundente y explosivo, el ex integreante de Fricción y los Siete delfines cerró el viernes pasado la tercera fecha del Festival de invierno organizado por el sello Geiser. 



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Cada tanto las discográficas recurren a diversos compilados ya sea para ampliar sus catálogos, difundir bandas emergentes o propiciar un recambio generacional. El caso del proyecto de Geiser, subsello de Pop Art, resulta más simpático e interesante por el hecho de que la selección de artistas estuvo a cargo de tres músicos de vasta trayectoria: Leo García se ocupo del primer disco titulado “La muerte del ego”, Wallas fue el curador del segundo: “Los perros ladran” y Richard Coleman será el productor artístico del último álbum, que aún está en etapa de preselección. 

Como parte de esta iniciativa para promover a los nuevos artistas, Geiser organizó, en la Usina del Arte de La Boca, la primera edición del Festival de invierno, que durante cuatro jornadas incluyó charlas informativas, clínicas, muestra de arte, feria de discos, memorabilia, merchandising, presentación de bandas en vivo y cada día concluyó con el show de destacados artistas: En la tercera fecha, cerró Richard Coleman como lo habían hecho Leo García y Massacre en las dos jornada previas, y Daniel Melero estuvo en la clausura del festival. 

El legendario músico, que formó parte de Soda Stereo y de la banda de Gustavo Cerati, deslumbró con un show intenso en el que repasó temas de su primer disco solista "Siberia Country Club", editado en 2011, como las rockeras “Normal”, “Turbio elixir” y “Es tres”, la pulsante “Memoria” y la balada “Hamacándote” y, además, adelantó algunas canciones nuevas, entre las que se destacaron “Como la música lenta”, “Cuestión de tiempo” y “Caja de fotos”. 

Vestido con camisa negra y chaleco de cuero y sin esa imagen oscura que lo caracterizaba antaño, Coleman se mostró alegre y espontáneo. Una muestra de ello fue su comentario irónico sobre el imponente auditorio: “Parece que estamos en Londres”. En el final de la presentación aparecieron las sorpresas, “Un tema que sólo nosotros podemos hacer”, anticipó el ex Metrópoli y a continuación sonó “Dios nos libre”, del disco “Ahí vamos” de Cerati, al que se le pegó dos gemas de Fricción: “Durante la demolición” y “Maquina veloz”. 

Si bien el público esperaba escuchar en los bises algún clásico de los Delfines, el eximio guitarrista se despidió con “Como la música lenta”, el primer corte difusión de su nuevo disco solista, con el que había comenzado la presentación. A lo largo del show, Coleman demostró que está atravesando un gran momento de cara a la edición de su nuevo material, “Incandescente”, que estará disponible en todas las bateas a partir del 23 de agosto. 

¿Y cuanto vale ser la banda nueva? 
Anteriormente en el Auditorio Geiser se habían presentado las bandas emergentes que participaron en la serie de compilados del sello. Las actuaciones más destacadas fueron la de Ojas, el quinteto de Haedo, que a base de una fusión de diversos géneros como el hardcore, el post punk, la electrónica y la experimentación con instrumentos como el xilofón, el didgediroo y violines se ha convertido en una de las propuestas más originales de la escena. Otro artista proveniente del Oeste es Guillermo Beresñak, quien sobresale del resto por sus canciones pop de excelente factoría e interpretación. Por último, otro atractivo proyecto es Huevo, un cuarteto rockero liderado por Julián Baglieto (hijo de Juan Carlos, quien estaba presente en la sala), que acaba de editar su disco debut: “Las mil diabluras”.

Videos:
- Richard Coleman - Como la música lenta
- Richard Coleman - Normal
- Richard Coleman - Hamacandote
- Richard Coleman - Durante la demolición 

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