La banda de Ituzaingó desembarcó el sábado pasado en Colegiales para presentar oficialmente su flamante disco “Amor de barrio”.
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De Ituzaion a Colegiales, el camino recorrido por Leonchalon en estos ¡4 años! de carrera ha sido tan firme y preciso como atípico. En esta actualidad en la que los principales medios no brindan lugar alguno para la difusión de proyectos emergentes, han sido pocas –quizás escasas- las bandas que han presentado su segundo disco en un lugar tan importante como El Teatro, con previo paso por La Trastienda, los Festivales porteños y El Teatro de Flores. Más allá de todo el trabajo que hay detrás de la banda y de los dos brillantes discos que sustentan el proyecto, esta sana excepción a la regla también plantea un interrogante para reflexionar: ¿Estamos ante un caso excepcional, o este debería ser el camino normal de cualquier grupo con una propuesta artística destacada y original?
A las 21, se apagaron las luces del recinto de Colegiales y comenzó a sonar de fondo el segmento más alegre de “Las cuatro estaciones” de Vivaldi conformando el marco ideal para recibir a la banda en este momento tan especial que está viviendo, en esta nueva etapa, en esta primavera (justamente coincidiendo con el denominación de esta parte de la obra). A medida que las excepcionales melodías del compositor italiano se dispersaban en el ambiente, aumentaban las expectativas y ansias del numeroso público. Hasta que finalmente se abrió el telón y apareció la big band de Villa Ariza con una triada de temas del recientemente editado «Amor de barrio»: “Lo de siempre”, “Dale la fuerza” y “Que no se te olvide”.
“¿Cómo anda la gente? Estamos contentos porque estamos coronados”, comentó Santiago Benítez (más conocido por su alter ego, Artifex) en un juego de palabras con el debut discográfico, que ofició de prologo a la interpretación del primer tema de ese álbum: “Princess Queen”. A continuación tendría lugar la primera gran ovación de la noche con el corte adelanto del nuevo material: “Leona”, en el que el carismático cantante pegado a la valla de contención tomó contacto directo con su gente, en una actitud que realizó en reiteradas ocasiones, así como también repetidamente agradeció al público por acompañarlos “este nuevo escalón”. Dentro del repertorio también brillaron temas de aquel interesante material debut («Coronado» de 2009) entre los que se destacan “La primera piedra”, “Babilonia”, “Leonchalon” y “El Amor de Jah”.
Luego de un breve intervalo, el show ingresó en un clima ameno, casi minimalista, de la mano de tres bellísimas canciones: “Luna”, “Ella sola” y “Paraíso”, que contaron con la delicada y dulce voz de Flor (nombre artístico de Florencia Caserta, quien fue presentada como “la voz femenina de amor de barrio”). Otro de los invitados que pasaron por el escenario fue el Cóndor Sbarbati, integrante de Bersuit y De Bueyes, que primero aportó su charango en “Nena” y luego conformó un dúo de voces con Artifex en “Hey mamá”. El líder del grupo nuevamente tomó la palabra para definir a sus fieles seguidores en un paralelismo con una de las familias más famosas de la Argentina: “Somos casi una familia, como los Benvenuto pero leonchalonicos”, bromeó.
Leonchalon cerró poco más de dos horas de show con un bloque explosivo y con todo El Teatro bailando al ritmo de “Resiste”, “Coronado” y “Tafari Maconenn”. “Somos los mismos de siempre, como lo pueden ver”, manifestó Artifex, y el público respondió con un efusivo cántico de despedida: “Borom bombom, Borom bombom esta es la banda de Leonchalon”. La banda, ahora un poco más volcada hacia el roots y no tan agresiva como otrora, suena impecable y encima cuenta con un frontman que se mueve con soltura tanto arriba como abajo del escenario, maneja al público con suma destreza y rapea como los dioses. ¿Qué más se le puede pedir?
VIDEOS:
- "Leona"
- "Nena"
- "Tafari Maconenn"
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De Ituzaion a Colegiales, el camino recorrido por Leonchalon en estos ¡4 años! de carrera ha sido tan firme y preciso como atípico. En esta actualidad en la que los principales medios no brindan lugar alguno para la difusión de proyectos emergentes, han sido pocas –quizás escasas- las bandas que han presentado su segundo disco en un lugar tan importante como El Teatro, con previo paso por La Trastienda, los Festivales porteños y El Teatro de Flores. Más allá de todo el trabajo que hay detrás de la banda y de los dos brillantes discos que sustentan el proyecto, esta sana excepción a la regla también plantea un interrogante para reflexionar: ¿Estamos ante un caso excepcional, o este debería ser el camino normal de cualquier grupo con una propuesta artística destacada y original?
A las 21, se apagaron las luces del recinto de Colegiales y comenzó a sonar de fondo el segmento más alegre de “Las cuatro estaciones” de Vivaldi conformando el marco ideal para recibir a la banda en este momento tan especial que está viviendo, en esta nueva etapa, en esta primavera (justamente coincidiendo con el denominación de esta parte de la obra). A medida que las excepcionales melodías del compositor italiano se dispersaban en el ambiente, aumentaban las expectativas y ansias del numeroso público. Hasta que finalmente se abrió el telón y apareció la big band de Villa Ariza con una triada de temas del recientemente editado «Amor de barrio»: “Lo de siempre”, “Dale la fuerza” y “Que no se te olvide”.
“¿Cómo anda la gente? Estamos contentos porque estamos coronados”, comentó Santiago Benítez (más conocido por su alter ego, Artifex) en un juego de palabras con el debut discográfico, que ofició de prologo a la interpretación del primer tema de ese álbum: “Princess Queen”. A continuación tendría lugar la primera gran ovación de la noche con el corte adelanto del nuevo material: “Leona”, en el que el carismático cantante pegado a la valla de contención tomó contacto directo con su gente, en una actitud que realizó en reiteradas ocasiones, así como también repetidamente agradeció al público por acompañarlos “este nuevo escalón”. Dentro del repertorio también brillaron temas de aquel interesante material debut («Coronado» de 2009) entre los que se destacan “La primera piedra”, “Babilonia”, “Leonchalon” y “El Amor de Jah”.
Luego de un breve intervalo, el show ingresó en un clima ameno, casi minimalista, de la mano de tres bellísimas canciones: “Luna”, “Ella sola” y “Paraíso”, que contaron con la delicada y dulce voz de Flor (nombre artístico de Florencia Caserta, quien fue presentada como “la voz femenina de amor de barrio”). Otro de los invitados que pasaron por el escenario fue el Cóndor Sbarbati, integrante de Bersuit y De Bueyes, que primero aportó su charango en “Nena” y luego conformó un dúo de voces con Artifex en “Hey mamá”. El líder del grupo nuevamente tomó la palabra para definir a sus fieles seguidores en un paralelismo con una de las familias más famosas de la Argentina: “Somos casi una familia, como los Benvenuto pero leonchalonicos”, bromeó.
Leonchalon cerró poco más de dos horas de show con un bloque explosivo y con todo El Teatro bailando al ritmo de “Resiste”, “Coronado” y “Tafari Maconenn”. “Somos los mismos de siempre, como lo pueden ver”, manifestó Artifex, y el público respondió con un efusivo cántico de despedida: “Borom bombom, Borom bombom esta es la banda de Leonchalon”. La banda, ahora un poco más volcada hacia el roots y no tan agresiva como otrora, suena impecable y encima cuenta con un frontman que se mueve con soltura tanto arriba como abajo del escenario, maneja al público con suma destreza y rapea como los dioses. ¿Qué más se le puede pedir?
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- "Nena"
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