martes, 10 de julio de 2012

El Siempreterno en Groove: Full coma

El sábado pasado, la banda liderada por Sergio Rotman, Mimi Maura y Ariel Minimal presentó su segundo disco, "Hacia el mar de carbón", en Palermo.


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El Siempreterno nació en la cabeza de Rotman como una idea de laboratorio: Un disco de punk rock en el que cada tema fuera tocado por un guitarrista distinto. A eso le sumó unas canciones que le habían quedado sin grabar de la época de Cienfuegos, la banda punk que tuvo, en forma intermitente, durante casi treinta años con Fernando Ricciardi, Hernán Bazzano y los hermanos Diego y Martín Aloe, y con la que grabaron tres discos antes de que la situación se tornara tensa. Ante las pocas probabilidades de una reunión de Cienfuegos, convocó a Ricciardi y a Álvaro "El Ruso" Sánchez para que se hicieran cargo de batería y bajo, y él mismo grabó una guitarra rítmica. Cómo considera que Ariel Minimal es uno de los mejores tres violeros a nivel nacional, fue a la sala de Pez para que escuchara los temas y fuera el primero en grabar alguna guitarra. Las cosas resultaron mejor de lo esperado porque en una tarde grabaron todas las guitarras del disco, y el resultado superó las expectativas: Rotman se fue de la sala consciente de que esa era la formación.

Con menos de 10 shows encima, un excelente debut discográfico y un segundo disco que estaban lanzando el mismo sábado, este supergrupo (que además incluye a Midnerély Acevedo, en vos) colmó la capacidad de Groove. “Es bastante ridículo para una banda con nueve shows y un disco y medio que haya venido tanta gente”, reconoció Rotman durante la presentación. Sin embargo, en el estilo musical de El Siempreterno convive la novedad de este nuevo proyecto y, a la vez, una reencarnación más sofisticada pero igual de potente de Cienfuegos. Y así se percibió en el intenso concierto del fin de semana pasado, entre la actualidad de una de las mejores bandas para ver (y disfrutar) en vivo y un revival de aquellos ásperos 90. Luego de la triada (“Bajo este sol”, “Más de lo mismo” y “Rohypnol”) del homónimo primer álbum que abrió la velada, llegó una de las primeras sorpresas de la noche: “Vamos a hacer una canción de Todos Tus Muertos, el que la sabe puede cantarla”, anunció el líder del grupo y dio paso a una interpretación emocionante, oscura y potente de “Fallas”, que retrotrajo a esa escena noventosa cuyo reviente artístico sacudía oscuros y malolientes sótanos porteños.

“Vamos a darle la bienvenida a nuestro nuevo disco. Si los otros temas los conocían poco, los que vienen ahora no los conocen en lo más mínimo. Lo cual es un excelente suicidio artístico”, introdujo Rotman en el motivo del show: Presentar en sociedad la segunda placa Hacia el mar de carbón, que según el ex Cadillacs “habla de temas comunes como la muerte, la traición y el odio”. El repaso por el nuevo material arranca con “Nota suicida”, y la sucesión sigue con “Joven muerto en Juana Díaz” (“Juana Díaz es una ciudad de Puerto Rico, en donde matan a más gente de la que está viva”, aclaró el cantante), pasado por el tema que da título al disco, luego “Traición” y “Noviembre” (cover de la banda española Décima Victima). “Que estén en esta presentación de canciones que aún no conocen habla muy bien de vosotros”, arengó al público SR antes del último estreno: “Full coma” (con explicación incluida: “Es el estado en el que estás cuando no te podes levantar a la mañana siguiente”).

Al frente de la banda, Rotman exhibe su habitual energía, revolea su frondosa cabellera, bailotea frenéticamente, acompaña con su guitarra y, sobre todo, se lo nota de muy buen humor bromeando en la interacción con la gente: “¿Quién tiene el primer disco de El Siempreterno?”, pegunta y, frente a una amplia cantidad de manos levantadas, replica: “Ah… son más de los que fabricamos”. Justamente un encadenamiento de temas de ese material expone la diversidad musical que en él conviven: la explosión punk de “Inyección de amor”, los aires pop de “Contradios” y el bolero “La vieja casa” (“Obviamente robado de ‘Back to the old house’ de los Smiths”, reconoce); y conduce a una impronta psicodélica de la mano de una versión de “Hall of mirrors” de Kraftwerk. ¿Y que se puede decir del resto de la banda? Mimi Maura deleita con su potente y virtuosa voz; Minimal hipnotiza y cautiva desde las seis cuerdas de su viola con una exquisita parsimonia; Ricciardi demuestra su vigencia y sorprende a unos cuantos con su forma de tocar; y El Ruso Sánchez, el menos conocido de todos, ratifica musicalmente porqué forma parte de este proyecto.

Si lo expuesto por la banda hasta ese momento no hubiera sido suficiente como para considerarlo uno de los mejores show de los últimos tiempos, la presencia del guitarrista Hernán Bazzano (ex Cienfuegos) terminaría de confirmarlo. Ante una gran ovación para el invitado, Rotman nuevamente toma la palabra y deja abierta la puerta a una posible reunión: “Ojala que algún día, Cienfuegos vuelva a juntarse y hacer un show entero. Mientras tanto elegimos hacer solamente un grupo de canciones para su placer, que no es el mío”. Dentro de ese conjunto de temas suenan “Moonage daydream” de David Bowie, “Hacia el cosmos” y “La eternidad”. Y más allá de que las declaraciones hayan sido pura demagogia o una expresión sincera, al público poco le importa ya que con esas tres canciones parece que el lugar se va a venir abajo. La recta final de la presentación comenzaba a asomar. “En nombre de la banda, gracias por haber venido esta noche. Ha sido un honor y ha sido increíble que hayan soportado estoicamente un disco entero nuevo, que no es justamente la alegría de vivir”, se despidió Rotman, y sonaron “Bebiendo ansiedad” y “7eleven” (Dedicado a “un conocido negocio de comida rápida”).

En el público - que lucía diversos estandartes que iban desde Los Fabulosos Cadillacs, Pez o Cienfuegos, hasta Los Ramones y The Smiths - nadie amago siquiera a moverse de sus lugares esperando por el retorno del quinteto para los bises. Para fortuna de los espectadores así fue. El Siempreterno regresó a las tablas para brindar un cierre con “los clásicos del rockero con onda” (Rotman dixit): “Baba O'riley” de los Who y “Gimme Gimme Gimme” de Black Flag, pusieron fin a un show de casi una hora y media. Con el tópico de la desesperanza y la muerte como guía, este supergrupo busca exorcizar los demonios de la raza humana mediante una revolución del alma. Y para ello nada mejor que una buena dosis de punk rock crudo y visceral.

VIDEOS:
- Fallas (cover de Todos Tus Muertos)
- Contradios
- Moonage daydream (cover de David Bowie)
- Hacia el cosmos
- La eternidad
- Baba O'riley (The Who) + Gimme Gimme Gimme (Black Flag)

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