martes, 13 de enero de 2009

Que estes sonriendo



Una de las primeras veces que tuve la oportunidad de ver a Las Pelotas en vivo, en el ya desaparecido Cemento, lo que llamó poderosamente mi atención fue observar a Alejandro Sokol – sí el mismísimo Bocha, aquel que integró las filas de Sumo y el cantante de la banda que había ido a ver - paseándose entre la gente, saludando y compartiendo una cerveza, previo al comienzo del show. Con los sucesivos recitales de esa banda a los que asistí pude advertir que esa fue la manera en que el Bocha encaro su carrera y su vida, mezclando actitud y humildad.
Actitud, arriba del escenario. Este rasgo lo comenzó a vislumbrar ya en sus comienzos como integrante de Sumo, en aquella etapa el hecho de no saber tocar el bajo no fue impedimento para hacerse cargo de dicho instrumento como un eximio bajista. Y luego esa misma cualidad fue la que lo llevó a ser admirado y respetado, tanto por el amplio público roquero como por sus colegas, quienes lo invitaron a compartir escenario junto a ellos, recuerdo junto a Los Caballeros de la quema en el Club 77 de Morón para interpretar el reggae “Gusanos”, con La Renga en River para entonar a dúo con Chizo “El final es en donde partí” o con Divididos en el Pepsi Music 05 para cantar junto a Mollo “Aladelta”, en lo que fue el paso previo a la reunión de Sumo en el Quilmes Rock 07.
La humildad fue otro atributo que predicó el Bocha a lo largo de su vida, tanto para apoyar bandas del under como “Acido profundo”, “90 sapos” o “Cola de pato”, como para respaldar aquellas causas en las que creía, como la lucha de los trabajadores del Hotel Bauen, lugar en el cual tocó gratis junto a León Gieco, Arbolito y Roma Pagana; o lo que será recordado como su último recital, el 30 de diciembre, en el Microestadio de Deportivo Morón, en donde se presentó junto a El Vuelto S.A. (proyecto que comenzó en 2004 como una banda de covers paralela a Las Pelotas) a beneficio de las inferiores de dicho club que milita en la Primera B Metropolitana.
Alejandro Sokol falleció ayer a las 12:30, en el Hospital San Antonio de Padua de Río Cuarto, victima de un paro cardiorrespiratorio. Seguramente se dirá que murió como consecuencia de la vida que llevaba, pero hoy eso poco importa.
“Nací pobre y era feliz. Sigo estando por la guitarrita. No me importa si hay 20 mil personas, 22 o no hay nadie. No me deprime nada”, esa frase resume como Sokol se anteponía a las adversidades que le presentaba su existencia y así lo recordaremos, con una gran sonrisa.

Aunque no sea un día feliz, es el mejor recuerdo que nos pudo dejar.

Día Feliz.mp3 - Las pelotas

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