domingo, 3 de agosto de 2008

Cielo Razzo dejó Grietas en su imagen



Cielo Razzo desembarcó en el Oeste para seguir presentando “Grietas”, su último trabajo discográfico editado hasta el momento, y además hizo un breve recorrido por el resto de su obra, en el show previo a la primera incursión de los rosarinos en el Estadio Luna Park, el 20 de septiembre.
La fecha comenzó, una hora y media retrasada, con el set de Madreselva, banda que oficiaba de soporte, que presagió el mal sonido que presentaría a lo largo de toda la noche la cancha de voley del Club Argentino de Castelar para este tipo de espectáculos, lo que sorprende es que una banda de la talla de Cielo Razzo siga tocando en un lugar así, ya que esta no es la primera vez que se presentan en este club.
Madreselva hizo lo que pudo y entre esos vaivenes sonoros se puede rescatar una excelente versión de “Nuestro amo juega al esclavo” de Los Redondos a la que le pegaron un extracto de “Crua Chan” de Sumo, las propias “Voces” y “Días extraños” que forman parte de su último disco, Juego de espejos y la actitud de la banda que con una variedad de ritmos cautivó al publico.
Alrededor de las 22:30, Cielo Razzo dio inicio a su show de tan solo 1 hora y 40 minutos de duración, con un triplete de temas pertenecientes a Grietas, al que le siguió “Puta” (Código de barras 2003) y volvieron a arremeter con una andanada de canciones de su última placa de estudio, la cuarta de la banda, editada en 2007.
La lista de temas, elaborada por un tal Federico que se encontraba en el público según se pudo entender de la voz del cantante Pablo Pino, convirtió al recital en un show monótono ideado solo para los fanáticos de Cielo Razzo.
Polilla Pino, voz y en algunos temas guitarra acústica, se mostró distendido en una constante dialéctica con el publico y luego de compararse con Chayanne presentó a la banda, que tuvo a Diego Almirón y Fernando Aime en guitarra, Cristian Narváez en bajo, Javier Robledo en batería, Juan Pablo Bruno en percusión y Marcelo Vizarri en teclados.
El mejor momento llegó hacia el final del set cuando rememoraron Buenas, aquel sensacional debut discográfico de 2001 que nunca pudieron superar en sus otros tres discos, con los temas “Perseguido”, “Quizás sí” y “Bébelo”. Mientras que el cierre del recital lo marco “Luminoso” de la placa Marea.
Cielo Razzo demostró con el show que ofreció en Castelar que para ser considerada una banda profesional no basta solo con tocar en Obras, tener una gran convocatoria o ser difundido a través de las radios más importantes del país, también el grupo debe reunir una serie de requisitos que el sábado brillaron por su ausencia, como confeccionar su propia lista de temas, tocar en un lugar apto y sobre todo que el espectáculo que se brinde esté a la altura del precio de la entrada.

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