La banda de rock por excelencia del Oeste se presentó el sábado pasado en el nuevo recinto de Morón e hizo cantar, bailar y, sobre todo, saltar al numeroso público presente.
Galería de fotos
Aún adaptándose al nuevo formato de cuarteto pero “sin perder la esencia” como sostiene El Árabe antes del comienzo del show, los Naranjos se encuentran abocados de lleno en revalidar ésta nueva etapa del grupo con mucho trabajo: recientemente editaron un DVD del inolvidable show presentación de «Existe», reeditaron su primer disco «Morirai» (2003) y estuvieron grabando en el nuevo estudio de la Rock and Pop. Además están tocando en vivo con bastante frecuencia y presentando varios temas nuevos que formarán parte de su cuarto álbum, material que aspiran sacar en los primeros meses de 2012.
Cuando el reloj marcaba las 23:30 y luego de la proyección de un corto de animación, la prodigiosa voz del Polaco Goyeneche anunció el desembarco de la banda liderada por Damián Ramil, más conocido como “El Arabe” a secas, quien anunciaba: “Ésta es una reunión para exorcizar todas las cosas que nos dejan más pesados, es un espacio de magia, un abismo para saltar y poder volar. Seamos felices, un poco de rock de acá”. Y a lo bifes.
La triada “Salta”, “Animal” e “Infeliz” abrió una noche increíble, de esas que quedan en el recuerdo, de esas que se rememoran en el tiempo debido a las diferentes sensaciones experimentadas durante el show, porque la banda propone momentos intensos que sumergen a todo el público en el trance de las canciones más ásperas y subversivas como “Cruel”, “Migre” o “Polito”; pero también brinda climas densos y reflexivos a partir de canciones de corte más templado como “Calle / Noche”.
“El 17 de septiembre volvemos a un lugar que hace un montón que no tocamos: Tapiales. Vamos a estar en el Club Juvencio, más peronista imposible. El que entra con una remera del General Perón se lleva una de las manos”, bromeó Ramil, y justamente hablando del barrio asomó “Azulejos”, esa brillante y crudísima versión del tema de Los Pérez García. A lo largo del repertorio también interpretaron algunos temas nuevos: “Las canciones son como plantitas que se riegan con el cariño y afecto de ustedes”, comentó el cantante y sonaron: “Luz”, “Suelo” y “Zombies”.
Mientras El Arabe da rienda suelta a su peculiar histrionismo; Nacho Rodríguez, que desde el alejamiento de Japi Vagnozzi tiene que trabajar el doble, no sólo demuestra su destreza con la guitarra sino que también despierta ovaciones, aplausos y algunas reverencias. Y Fernando “Eche” Echevarria (batería) y Bruno Badaracco (bajo) no se quedan atrás ya que si bien su función es la que menos reconocimiento se le suele dar, conforman una contundente base para que la banda suene potente y compacta.
De la mano de la deforme canción “Circo” y del poderoso rock “Viejo jugador”, el show entraba en los momentos decisivos y el cuarteto se despidió a lo grande ofreciendo un cierre impresionante: una emotiva versión de “Sin hilo” (“Toca Cirilo”, ironizó la voz líder), la murga rocker “Sandia”, el rock en su estado más puro “Trompada” y la visceral “Rascas la olla”, que ineludiblemente provocaron un feroz pogo. En rigor, fueron 18 temas compactados en 90 minutos de show. Una fiesta para los sentidos.
VIDEOS:
- Azulejos
- Polito
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Aún adaptándose al nuevo formato de cuarteto pero “sin perder la esencia” como sostiene El Árabe antes del comienzo del show, los Naranjos se encuentran abocados de lleno en revalidar ésta nueva etapa del grupo con mucho trabajo: recientemente editaron un DVD del inolvidable show presentación de «Existe», reeditaron su primer disco «Morirai» (2003) y estuvieron grabando en el nuevo estudio de la Rock and Pop. Además están tocando en vivo con bastante frecuencia y presentando varios temas nuevos que formarán parte de su cuarto álbum, material que aspiran sacar en los primeros meses de 2012.
Cuando el reloj marcaba las 23:30 y luego de la proyección de un corto de animación, la prodigiosa voz del Polaco Goyeneche anunció el desembarco de la banda liderada por Damián Ramil, más conocido como “El Arabe” a secas, quien anunciaba: “Ésta es una reunión para exorcizar todas las cosas que nos dejan más pesados, es un espacio de magia, un abismo para saltar y poder volar. Seamos felices, un poco de rock de acá”. Y a lo bifes.
La triada “Salta”, “Animal” e “Infeliz” abrió una noche increíble, de esas que quedan en el recuerdo, de esas que se rememoran en el tiempo debido a las diferentes sensaciones experimentadas durante el show, porque la banda propone momentos intensos que sumergen a todo el público en el trance de las canciones más ásperas y subversivas como “Cruel”, “Migre” o “Polito”; pero también brinda climas densos y reflexivos a partir de canciones de corte más templado como “Calle / Noche”.
“El 17 de septiembre volvemos a un lugar que hace un montón que no tocamos: Tapiales. Vamos a estar en el Club Juvencio, más peronista imposible. El que entra con una remera del General Perón se lleva una de las manos”, bromeó Ramil, y justamente hablando del barrio asomó “Azulejos”, esa brillante y crudísima versión del tema de Los Pérez García. A lo largo del repertorio también interpretaron algunos temas nuevos: “Las canciones son como plantitas que se riegan con el cariño y afecto de ustedes”, comentó el cantante y sonaron: “Luz”, “Suelo” y “Zombies”.
Mientras El Arabe da rienda suelta a su peculiar histrionismo; Nacho Rodríguez, que desde el alejamiento de Japi Vagnozzi tiene que trabajar el doble, no sólo demuestra su destreza con la guitarra sino que también despierta ovaciones, aplausos y algunas reverencias. Y Fernando “Eche” Echevarria (batería) y Bruno Badaracco (bajo) no se quedan atrás ya que si bien su función es la que menos reconocimiento se le suele dar, conforman una contundente base para que la banda suene potente y compacta.
De la mano de la deforme canción “Circo” y del poderoso rock “Viejo jugador”, el show entraba en los momentos decisivos y el cuarteto se despidió a lo grande ofreciendo un cierre impresionante: una emotiva versión de “Sin hilo” (“Toca Cirilo”, ironizó la voz líder), la murga rocker “Sandia”, el rock en su estado más puro “Trompada” y la visceral “Rascas la olla”, que ineludiblemente provocaron un feroz pogo. En rigor, fueron 18 temas compactados en 90 minutos de show. Una fiesta para los sentidos.
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1 comentario:
Impresionante Naranjos, una vez mas! sin dudas LA banda de rock por excelencia del oeste.
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