Con la presencia de Pablo Rojas (Ella es tan cargosa), Marcelo Bellani (Fandango) y Carlos Arin (ex Caballeros de la Quema) como invitados, el quinteto más punzante del Oeste despidió oficialmente un excelente 2010.
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Apelando a su espíritu crítico, el viernes pasado durante la presentación de Naranjos en el boliche de Palermo, Damián “El Árabe” Ramil hizo hincapié en las medidas del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que le impiden el ingreso, a ciertos shows, a los menores de edad. “Ojala hayan podido entrar todos los que no podían hacerlo por esta legislación estúpida para un pueblo estúpido. A no ser que tratemos cambiarla, vamos a ser todos unos estúpidos que nos atragantamos con el bigote”, comentó el cantante con su habitual humor irónico. Para luego increpar contra el Jefe de Gobierno cuando intentó dedicarle un tema a su hijita y advirtió que no se encontraba en el recinto: “Macri y la re p…madre que te parió”, sentenció.
En un atípico comienzo para una banda que se destaca por su estado de rock constante, el show empezó con un set acústico que contó con el Negro Pablo Rojas de Ella es tan cargosa y el Gorrión de Fandango como invitados, e incluyó temas nuevos (“Hombre” y “Zombies”), viejas conocidas (“Migre” e “Infeliz”), y algún homenaje con prologo a cargo del Árabe: “Canción del querido León Giego dedicada a Víctor Jara. Canciones sorpresivas, se viene una noche sorpresiva”, adelantó el cantante y sonó una exquisita versión de “Los chacareros de dragones”. Luego cerró Ramil: “Esto es pequeño regalito que nos queríamos dar. Ahora volvemos con lo que ustedes vinieron a ver, que es un poco de distorsión eléctrica, esto fue solo un aperitivo.”
Tal cómo lo había prometido el líder del grupo, la distorsión se hizo presente a través de una impresionante sucesión conformada por “Salta”, “Late”, “Sueño con serpientes” y “Cruel”, con una clara preponderancia del debut discográfico, «Morirai» de 2003. Luego, el quinteto bajó la intensidad con la espectacular “Calle/noche” y volvió a la carga con toda la potencia de “Polito”, el primer tema que tocaron de la oscura placa «Vivrai», y una vez que culmino, El Árabe bromeó: “¿Qué paso?¿Se asustaron? Eso es rock”. Además de repasar canciones de sus tres discos, Naranjos estrenó una balada con arranques rockeros titulada “Milagro” y otro tema con una base más murguera llamado “Una vez vi”.
Promediando la lista, el histriónico cantante presentó a un nuevo invitado: “Un amigo de toda la vida, Carlitos Arin. Él no quiere que lo aplaudan, me dijo: ‘No me anuncies’. Es muy humilde”, y el ex integrante de Los Caballeros de la Quema aportó el saxo a la esperanzadora “Papiro”, y más tarde a la antiquísima “Siesta”. Luego, la banda regresó a sus orígenes, “Vamos a hacer un tema que hace un montón no tocamos”, anunció la voz líder y con el Gorrión en la armónica interpretaron “Fichines”. Además de ese incipiente disco sonó la deforme canción “El circo”, con El Árabe deambulando entre el público, en donde se encontró con Santiago “El tano” Bianchi (ex bajista de Naranjos y actual Humo del Cairo)
“Hemos sido muy felices y nos vamos como trompada, como suspiro, como pequeña brisa de verano. Gracias a todos por haber venido, y a los que se quedaron afuera los hemos extrañado con el alma”, expresó Ramil y la banda se despidió con “Trompada”, rock al palo en su máxima expresión. Antes que se cerrara el telón prometieron que habrá otras fechas “fantasmas” antes de la finalización del año, por lo que el público deberá estar pendiente de los próximos pasos del grupo, así como también de las nuevas (y ridículas) medidas del Gobierno de La Ciudad.
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- Trompada
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Apelando a su espíritu crítico, el viernes pasado durante la presentación de Naranjos en el boliche de Palermo, Damián “El Árabe” Ramil hizo hincapié en las medidas del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que le impiden el ingreso, a ciertos shows, a los menores de edad. “Ojala hayan podido entrar todos los que no podían hacerlo por esta legislación estúpida para un pueblo estúpido. A no ser que tratemos cambiarla, vamos a ser todos unos estúpidos que nos atragantamos con el bigote”, comentó el cantante con su habitual humor irónico. Para luego increpar contra el Jefe de Gobierno cuando intentó dedicarle un tema a su hijita y advirtió que no se encontraba en el recinto: “Macri y la re p…madre que te parió”, sentenció.
En un atípico comienzo para una banda que se destaca por su estado de rock constante, el show empezó con un set acústico que contó con el Negro Pablo Rojas de Ella es tan cargosa y el Gorrión de Fandango como invitados, e incluyó temas nuevos (“Hombre” y “Zombies”), viejas conocidas (“Migre” e “Infeliz”), y algún homenaje con prologo a cargo del Árabe: “Canción del querido León Giego dedicada a Víctor Jara. Canciones sorpresivas, se viene una noche sorpresiva”, adelantó el cantante y sonó una exquisita versión de “Los chacareros de dragones”. Luego cerró Ramil: “Esto es pequeño regalito que nos queríamos dar. Ahora volvemos con lo que ustedes vinieron a ver, que es un poco de distorsión eléctrica, esto fue solo un aperitivo.”
Tal cómo lo había prometido el líder del grupo, la distorsión se hizo presente a través de una impresionante sucesión conformada por “Salta”, “Late”, “Sueño con serpientes” y “Cruel”, con una clara preponderancia del debut discográfico, «Morirai» de 2003. Luego, el quinteto bajó la intensidad con la espectacular “Calle/noche” y volvió a la carga con toda la potencia de “Polito”, el primer tema que tocaron de la oscura placa «Vivrai», y una vez que culmino, El Árabe bromeó: “¿Qué paso?¿Se asustaron? Eso es rock”. Además de repasar canciones de sus tres discos, Naranjos estrenó una balada con arranques rockeros titulada “Milagro” y otro tema con una base más murguera llamado “Una vez vi”.
Promediando la lista, el histriónico cantante presentó a un nuevo invitado: “Un amigo de toda la vida, Carlitos Arin. Él no quiere que lo aplaudan, me dijo: ‘No me anuncies’. Es muy humilde”, y el ex integrante de Los Caballeros de la Quema aportó el saxo a la esperanzadora “Papiro”, y más tarde a la antiquísima “Siesta”. Luego, la banda regresó a sus orígenes, “Vamos a hacer un tema que hace un montón no tocamos”, anunció la voz líder y con el Gorrión en la armónica interpretaron “Fichines”. Además de ese incipiente disco sonó la deforme canción “El circo”, con El Árabe deambulando entre el público, en donde se encontró con Santiago “El tano” Bianchi (ex bajista de Naranjos y actual Humo del Cairo)
“Hemos sido muy felices y nos vamos como trompada, como suspiro, como pequeña brisa de verano. Gracias a todos por haber venido, y a los que se quedaron afuera los hemos extrañado con el alma”, expresó Ramil y la banda se despidió con “Trompada”, rock al palo en su máxima expresión. Antes que se cerrara el telón prometieron que habrá otras fechas “fantasmas” antes de la finalización del año, por lo que el público deberá estar pendiente de los próximos pasos del grupo, así como también de las nuevas (y ridículas) medidas del Gobierno de La Ciudad.
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1 comentario:
Muchos saludos, muy interesante el articulo, espero que sigas actualizandolo!
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