Ante una gran convocatoria, la banda liderada por Germán Daffunchio se presentó, el sábado pasado, en el boliche de Palermo con nueva formación y desempolvaron algunos viejos clásicos.
Galería de Fotos
Si bien no tiene el reconocimiento popular de Daniel “Pity” Fernández o de Tavo Kupinski, dos ex piojosos que pasaron por Las Pelotas tras el alejamiento de Alejandro “Bocha” Sokol, Pablo Guerra tiene una trayectoria que lo precede. El guitarrista formó parte de los Piojos en sus orígenes pero no llegó al “verano del 92”, y decidió emigrar a los Caballeros de la Quema, en donde probó las mieles del éxito de la mano del excelente «La paciencia de la araña». También participó en una de las formaciones de David Lebón y editó un interesante disco solista titulado “Suelto”. Su proyecto más reciente había sido Revelados, grupo que quedó trunco tras el trágico y sorpresivo fallecimiento de Tavo. En la pasada edición de Cosquín Rock, el músico de Palomar hizo su presentación en la banda de Daffunchio y compañía, mientras que el sábado último debutó ante un multitudinario público en Capital Federal, luego de un show íntimo en La Trastienda.
Con esta nueva formación y antes de editar «Vivo» (el primer CD+DVD en vivo, grabado íntegramente en el concierto que la banda dio el 11 de septiembre de 2010, en el Estadio Luna Park), Las Pelotas dieron un show nostálgico en Groove, que comenzó con la enérgica “Nunca me des la espalda”. El tema que cerraba el iniciático álbum «Corderos en la noche» allá por 1991 dio pie a las primeras palabras de Germán Daffunchio, que dedicó “a la memoria de Mariano Ferreira para que haya justicia” el contestatario “Basta”, y siguiendo la misma línea discursiva sonó “Saben” con el público coreando enardecido: “Dicen que cooperarán en arreglar el mundo cuando en realidad les chupa un huevo”. El intenso inicio se potenció con “El fantasma no muerde” («Todo por un polvo» de 1999) y “Ya no estas” («Basta» de 2007).
“¿Todo bien?”, preguntó Daffunchio, y el público respondió apasionadamente en forma afirmativa. Sin embargo, “El ñandú” se encargó de bajar los decibeles y generó el clima adecuado para recordar a Tavo: “No se si alguien estuvo acá la última vez (18 de diciembre de 2010). En ese entonces estaba Tavo y fue el último show que hicimos con él”, rememoró Germán, y la gente explotó en su sentido aplauso coreando el apodo del ex guitarrista de Los Piojos como introducción a la melancólica “Pasajeros”. La selección “No me acompañes”, “Siento luego existo”, “Corderos en la noche” y “Personalmente” invitó a un repaso por las diferentes etapas del grupo, que culminó con uno de los momentos más conmovedores de la noche cuando sonó “Si supiera”, un himno tan simple como emotivo compuesto por Alejandro Sokol, quien construyó un relato prodigioso a partir de lo que pudo observar, sentado frente a una ventana de su casa cuando caía la noche.
El set de reggaes peloteros se completó con “Que estés sonriendo” y “Hawai” para dar rienda suelta al característico repiqueteo en el suelo estimulado por ciertos humos dulzones y por el desenfrenado coro “y vamo, vamo, vamo las pelo”. Un clásico inoxidable como “Bombachitas rosas” allanó el paso a una serie de temas que (lamentablemente) aparecen esporádicamente en el repertorio de la banda: “Peces”, “Mañana es igual” y “Generación @”. El final de la lista llegó con “Esperando el milagro” y “Sueños de mendigos”, pero nadie se movió de sus lugares esperando por un poco más del rock. El cántico de la numerosa asistencia que sostenía: “Las Pelotas hasta que me muera”, con ese sentimiento que le ponen los peloteros, obligó a la banda a salir nuevamente.
Si alguien del público aún tenía la energía necesaria para seguir insistiendo con más temas, los bises aniquilaron ese resto. Es que Las Pelotas se despacharon con una impresionante triada conformada por “Sin hilo”, “Shine” y “El ojo blindado” para cerrar el show de la forma en que lo ameritaba. El septeto realizó una intensa actuación repasando toda su discografía y dejó una gran expectativa sobre su nuevo material en vivo que saldrá a la venta el próximo 10 de marzo, mientras que sus acérrimos seguidores ratificaron que, a pesar del cambio de integrantes, mantienen viva la llama de la fidelidad.
Adelanto del el primer DVD en vivo de Las Pelotas.
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Si bien no tiene el reconocimiento popular de Daniel “Pity” Fernández o de Tavo Kupinski, dos ex piojosos que pasaron por Las Pelotas tras el alejamiento de Alejandro “Bocha” Sokol, Pablo Guerra tiene una trayectoria que lo precede. El guitarrista formó parte de los Piojos en sus orígenes pero no llegó al “verano del 92”, y decidió emigrar a los Caballeros de la Quema, en donde probó las mieles del éxito de la mano del excelente «La paciencia de la araña». También participó en una de las formaciones de David Lebón y editó un interesante disco solista titulado “Suelto”. Su proyecto más reciente había sido Revelados, grupo que quedó trunco tras el trágico y sorpresivo fallecimiento de Tavo. En la pasada edición de Cosquín Rock, el músico de Palomar hizo su presentación en la banda de Daffunchio y compañía, mientras que el sábado último debutó ante un multitudinario público en Capital Federal, luego de un show íntimo en La Trastienda.
Con esta nueva formación y antes de editar «Vivo» (el primer CD+DVD en vivo, grabado íntegramente en el concierto que la banda dio el 11 de septiembre de 2010, en el Estadio Luna Park), Las Pelotas dieron un show nostálgico en Groove, que comenzó con la enérgica “Nunca me des la espalda”. El tema que cerraba el iniciático álbum «Corderos en la noche» allá por 1991 dio pie a las primeras palabras de Germán Daffunchio, que dedicó “a la memoria de Mariano Ferreira para que haya justicia” el contestatario “Basta”, y siguiendo la misma línea discursiva sonó “Saben” con el público coreando enardecido: “Dicen que cooperarán en arreglar el mundo cuando en realidad les chupa un huevo”. El intenso inicio se potenció con “El fantasma no muerde” («Todo por un polvo» de 1999) y “Ya no estas” («Basta» de 2007).
“¿Todo bien?”, preguntó Daffunchio, y el público respondió apasionadamente en forma afirmativa. Sin embargo, “El ñandú” se encargó de bajar los decibeles y generó el clima adecuado para recordar a Tavo: “No se si alguien estuvo acá la última vez (18 de diciembre de 2010). En ese entonces estaba Tavo y fue el último show que hicimos con él”, rememoró Germán, y la gente explotó en su sentido aplauso coreando el apodo del ex guitarrista de Los Piojos como introducción a la melancólica “Pasajeros”. La selección “No me acompañes”, “Siento luego existo”, “Corderos en la noche” y “Personalmente” invitó a un repaso por las diferentes etapas del grupo, que culminó con uno de los momentos más conmovedores de la noche cuando sonó “Si supiera”, un himno tan simple como emotivo compuesto por Alejandro Sokol, quien construyó un relato prodigioso a partir de lo que pudo observar, sentado frente a una ventana de su casa cuando caía la noche.
El set de reggaes peloteros se completó con “Que estés sonriendo” y “Hawai” para dar rienda suelta al característico repiqueteo en el suelo estimulado por ciertos humos dulzones y por el desenfrenado coro “y vamo, vamo, vamo las pelo”. Un clásico inoxidable como “Bombachitas rosas” allanó el paso a una serie de temas que (lamentablemente) aparecen esporádicamente en el repertorio de la banda: “Peces”, “Mañana es igual” y “Generación @”. El final de la lista llegó con “Esperando el milagro” y “Sueños de mendigos”, pero nadie se movió de sus lugares esperando por un poco más del rock. El cántico de la numerosa asistencia que sostenía: “Las Pelotas hasta que me muera”, con ese sentimiento que le ponen los peloteros, obligó a la banda a salir nuevamente.
Si alguien del público aún tenía la energía necesaria para seguir insistiendo con más temas, los bises aniquilaron ese resto. Es que Las Pelotas se despacharon con una impresionante triada conformada por “Sin hilo”, “Shine” y “El ojo blindado” para cerrar el show de la forma en que lo ameritaba. El septeto realizó una intensa actuación repasando toda su discografía y dejó una gran expectativa sobre su nuevo material en vivo que saldrá a la venta el próximo 10 de marzo, mientras que sus acérrimos seguidores ratificaron que, a pesar del cambio de integrantes, mantienen viva la llama de la fidelidad.
Adelanto del el primer DVD en vivo de Las Pelotas.
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