La Peña Eléctrica, en dupla con Zizek Club, regresó al Konex para presentar a los nuevos exponentes del folk-rock junto a los míticos impulsores de este género. Una escena que afortunadamente sigue en constante expansión.
Galería de fotos
Lejos de los festivales que son trasmitidos por Canal 7 todos los veranos, La Peña Eléctrica busca recrear el espíritu de las peñas tradicionales a partir de innovadoras fusiones y mestizajes con la impronta urbana para confluir en la unión entre el folklore, la electrónica y el rock en un dialogo constante, algo impensado tiempo atrás y que aún despierta algunos detractores. El resultado es un espacio experimental y festivo en donde se puede bailar, saltar, hacer pogo, tomar algo o simplemente deleitarse escuchando a las bandas que se presentan en el escenario.
El viernes último en el Ciudad Cultural Konex, sede de la cofradía entre La Peña Electrica y Zizek Club, hubo una amplia variedad de eventos: peña criolla con micrófono abierto para los aficionados; jam de zapateo que cruzó malambo, flamenco y tap; la muestra fotográfica de Alejandra Palacios, que documentó la épica travesía musical “De Ushuaia a la Quiaca” realizada por León Gieco y Gustavo Santaolalla en 1983; geniales sets musicales de los DJs: Villa Diamante, El G y Chancha Via Circuito; y los shows en vivo de Semilla, Terraplén, Doña Maria, Tremor y Fauna.
La apertura de la noche estuvo a cargo de Semilla, el cuarteto que a partir del folklore bucea por los senderos sinuosos del rock: por momentos, la banda destila cierta oscuridad rememorando el grunge de los 90 (una muestra de ello es la gran versión del tema del Duo Orozco-Barrientos, “Vuelve”, que contó con la voz de Fernando Barrientos), le da rienda suelta a la distorsión (“Sin querer”), o incursiona en la chacarera eléctrica (“Cachito”, en el que Bárbara Palacios a la mitad del tema deja de lado la criolla y se cuelga la viola para desatar el chacapogo). Con la energía que despliegan arriba del escenario es imposible no estremecerse con su música.
En segundo turno Terraplén, el trío conformado por los músicos y productores: Gaby Kerpel (De La Guerda), Daniel Martín y Diego Vainer (Fantasías Animadas), presentó su flamante disco homónimo, que cuenta con la producción de Gustavo Santaolalla y en el que toman instrumentos autóctonos (charango, bombo legüero, guitarra criolla) para matizarlos con la música electrónica. Por el set del grupo desfilaron: Barbara Palacios (Semilla) para interpretar “Todo me da igual” y arengar al público: “¿Como la están pasando? La Peña Eléctrica y Zizek todos juntos…”, y Fernando Barrientos y Santaolalla para hacer “Lunita y barro”, en uno de los mejores momentos de la noche. Con este nuevo proyecto, el virtuoso trío parte del folklore y se propaga hacia el infinito, seguramente se presentarán en la Creamfield antes que en Cosquín.
El Oeste se hizo presente de la mano de Doña María, el supergrupo que reúne integrantes de diferentes bandas del under de la zona del GBA como Yicos, Derviche, Yenifer y su auto mágico, Nuca y Juanito el cantor. Este combo alternativo recrea el cancionero popular latinoamericano a partir de una degeneración desprejuiciada de los temas originales, fusionándolos con ritmos de la actualidad (el hip-hop, el dub, la cumbia, la electrónica y el pop) para dar una mirada introspectiva y bailable de las raíces musicales del continente. Doña Maria se despachó con un repertorio ajustado y enérgico, que comenzó con un homenaje a los Beatles en clave instrumental, continuó con las intensas “Ya me voy” y “El pescador”, para instalarse en la lisérgica cumbia “Perdí las abarcas” y luego crear un clima intimista con una notable versión de “Los ejes de mi carreta”, de Atahulpa Yupanqui.
Tremor se encargó del cierre de la jornada con su exquisita exploración por los ritmos folkloricos argentinos (música andina, chacarera, saya y huayno) que fusionándos con técnicas digitales y electrónicas generaron una relectura del folklore con identidad propia. Este proyecto que un comienzo fue el álter ego de Leonardo Martinelli (guitarra, charango, ronroco y bombo legüero), se convirtió en un grupo con el ingreso de Camilo Carabajal (quien con su bombo legüero marca el pulso y le da mayor sentido al nombre de la banda que significa “temblor”) y Gerardo Fares (teclas) completa este trío, que cerró el 2009 con una gira por Europa con presentaciones en los festivales y clubes de Copenhagen, Berlín, Rennes, París, Munich y Colonia.
VIDEOS
- Semilla – "Al Norte soñador"
- Semilla – "Vuelve"
- Doña Maria – “El pescador - Perdí las abarcas”
- Doña Maria – “Fuego en Anymaná - Pollerita”
- Doña Maria – Por las calles de Morón
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Lejos de los festivales que son trasmitidos por Canal 7 todos los veranos, La Peña Eléctrica busca recrear el espíritu de las peñas tradicionales a partir de innovadoras fusiones y mestizajes con la impronta urbana para confluir en la unión entre el folklore, la electrónica y el rock en un dialogo constante, algo impensado tiempo atrás y que aún despierta algunos detractores. El resultado es un espacio experimental y festivo en donde se puede bailar, saltar, hacer pogo, tomar algo o simplemente deleitarse escuchando a las bandas que se presentan en el escenario.
El viernes último en el Ciudad Cultural Konex, sede de la cofradía entre La Peña Electrica y Zizek Club, hubo una amplia variedad de eventos: peña criolla con micrófono abierto para los aficionados; jam de zapateo que cruzó malambo, flamenco y tap; la muestra fotográfica de Alejandra Palacios, que documentó la épica travesía musical “De Ushuaia a la Quiaca” realizada por León Gieco y Gustavo Santaolalla en 1983; geniales sets musicales de los DJs: Villa Diamante, El G y Chancha Via Circuito; y los shows en vivo de Semilla, Terraplén, Doña Maria, Tremor y Fauna.
La apertura de la noche estuvo a cargo de Semilla, el cuarteto que a partir del folklore bucea por los senderos sinuosos del rock: por momentos, la banda destila cierta oscuridad rememorando el grunge de los 90 (una muestra de ello es la gran versión del tema del Duo Orozco-Barrientos, “Vuelve”, que contó con la voz de Fernando Barrientos), le da rienda suelta a la distorsión (“Sin querer”), o incursiona en la chacarera eléctrica (“Cachito”, en el que Bárbara Palacios a la mitad del tema deja de lado la criolla y se cuelga la viola para desatar el chacapogo). Con la energía que despliegan arriba del escenario es imposible no estremecerse con su música.
En segundo turno Terraplén, el trío conformado por los músicos y productores: Gaby Kerpel (De La Guerda), Daniel Martín y Diego Vainer (Fantasías Animadas), presentó su flamante disco homónimo, que cuenta con la producción de Gustavo Santaolalla y en el que toman instrumentos autóctonos (charango, bombo legüero, guitarra criolla) para matizarlos con la música electrónica. Por el set del grupo desfilaron: Barbara Palacios (Semilla) para interpretar “Todo me da igual” y arengar al público: “¿Como la están pasando? La Peña Eléctrica y Zizek todos juntos…”, y Fernando Barrientos y Santaolalla para hacer “Lunita y barro”, en uno de los mejores momentos de la noche. Con este nuevo proyecto, el virtuoso trío parte del folklore y se propaga hacia el infinito, seguramente se presentarán en la Creamfield antes que en Cosquín.
El Oeste se hizo presente de la mano de Doña María, el supergrupo que reúne integrantes de diferentes bandas del under de la zona del GBA como Yicos, Derviche, Yenifer y su auto mágico, Nuca y Juanito el cantor. Este combo alternativo recrea el cancionero popular latinoamericano a partir de una degeneración desprejuiciada de los temas originales, fusionándolos con ritmos de la actualidad (el hip-hop, el dub, la cumbia, la electrónica y el pop) para dar una mirada introspectiva y bailable de las raíces musicales del continente. Doña Maria se despachó con un repertorio ajustado y enérgico, que comenzó con un homenaje a los Beatles en clave instrumental, continuó con las intensas “Ya me voy” y “El pescador”, para instalarse en la lisérgica cumbia “Perdí las abarcas” y luego crear un clima intimista con una notable versión de “Los ejes de mi carreta”, de Atahulpa Yupanqui.
Tremor se encargó del cierre de la jornada con su exquisita exploración por los ritmos folkloricos argentinos (música andina, chacarera, saya y huayno) que fusionándos con técnicas digitales y electrónicas generaron una relectura del folklore con identidad propia. Este proyecto que un comienzo fue el álter ego de Leonardo Martinelli (guitarra, charango, ronroco y bombo legüero), se convirtió en un grupo con el ingreso de Camilo Carabajal (quien con su bombo legüero marca el pulso y le da mayor sentido al nombre de la banda que significa “temblor”) y Gerardo Fares (teclas) completa este trío, que cerró el 2009 con una gira por Europa con presentaciones en los festivales y clubes de Copenhagen, Berlín, Rennes, París, Munich y Colonia.
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- Semilla – "Al Norte soñador"
- Semilla – "Vuelve"
- Doña Maria – “El pescador - Perdí las abarcas”
- Doña Maria – “Fuego en Anymaná - Pollerita”
- Doña Maria – Por las calles de Morón
1 comentario:
buenas loco!!soy de quitilipi chaco tengo una banda q se llama bohemya hacemos folkrock fusion!!una onda como las bandas q van a tocar ahi..pero mas fusion aun!!como se hace para tocar en esa peña?y donde esta en cosquin=?cualquier cosa estams en el face!gracias!
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